Acuarela y tinta china, dos nuevas obras para la galería: Oporto y Logroño (Bretón de los Herreros) realizado en el curso de Taquio Uzqueda
Y otro óleo realizado durante el curso con Miguel Ángel Ropero en el camino de analizar concienzudamente a autores que dejaron huella. En este caso Hopper, que como nadie sabía pintar la soledad de la sociedad estadounidense de principios del siglo pasado.
El tiempo intrascendente de un día cualquiera. De la realidad cotidiana al mundo infinito del interior de un lienzo, donde la vida, lejos de detenerse, pasa, espera, duele, provoca… y es el espectador quien la re-interpreta según sus emociones.
¡Cómo me relaja pintar!