La luz es seductora e inquieta, pero es el pigmento de la fotografía; junto al tiempo imparable se vuelve rebelde y seductora. Es en ese encuentro amistoso, casi fraternal, en ese pulso, en ese abrazo donde aparece el «time lapse», el juego de las secuencias de exposición, de los intervalos entre fotos, del reto de capturar el tiempo.
… Y de pronto vemos el transcurso de algunos tramos de la vida más allá del tiempo real, los hemos capturado para observarlos, para sentir que todo se mueve a pesar nuestro, y una vez más nos sentimos pequeños, frágiles y finitos. Capturamos el tiempo para darnos cuenta que que es él quien nos engulle sin descanso.
Esta tarde, en la sede de la Agrupación Fotográfica de La Rioja daré un taller-charla sobre el arte de capturar el tiempo «time lapse», dentro de los días de fotografía organizados por el Colectivo REVELADOS compuesto por ASFOCAL, RIOJAFOTO Y AGRUPACIÓN FOTOGRÁFICA DE LA RIOJA.
Intentaré hacerlo ameno y divertido y tendremos tiempo de analizar bastantes ejemplos
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